Corta la cuerda!





Dice una anécdota que un alpinista cayó al abismo y quedó suspendido de la cuerda de seguridad que llevaba puesta. La neblina no dejaba ver ni si quiera a unos pocos centímetros de distancia y no tenía como aferrarse a la peña. En su angustia y miedo, clamó a Dios y le pidió ayuda: “¡Dios, si en realidad existes, sálvame!” Su angustia aumentó al no tener respuesta así que las siguientes horas fueron un tormento. De pronto, ya oscureciendo, escuchó la voz de Dios quien le dijo: “Corta la cuerda”. Con enojo reaccionó el hombre y dijo “¿Estás loco Señor? Te pido que me salves y tratas de matarme”. Así que el hombre permaneció atado a la cintura y murió congelado. Al día siguiente, los socorristas lo hallaron colgado de la cintura a no más de un metro del suelo. ¿Cuántas veces nos hemos aferrado a lo que creemos nuestra seguridad y hemos fracasado? ¿Cuál es tu seguridad? ¿Sabes cuál es tu destino si murieras hoy? Necesitamos soltarnos en las manos de Dios y confiar más en El.

Cita para meditar:

 Salmos 91:9-12 .-“Ya que has puesto al Señor por tu refugio, al Altísimo por tu protección,- ningún mal habrá de sobrevenirte, ninguna calamidad llegará a tu hogar. - Porque él ordenará que sus ángeles te cuiden en todos tus *caminos. - Con sus propias manos te levantarán para que no tropieces con piedra alguna”.


Buen fin de semana!

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